Llegué hace un mes a tierras austriacas, pero no he tenido tiempo para empezar a escribir, entre arreglar todo el papeleo, la universidad y las fiestas no he podido. Bueno voy a ir comentando lo que he experimentado en mi primer mes en Austria.
Viaje hacia Linz
El viaje fue un poquito pesado, salimos a las 7:30 de Granada, y nos dirigíamos hacia Barcelona.
Bueno en el aeropuerto de Granada nos despedimos de nuestra familia (que los hecho mucho de menos) y conocimos a los que iban a ser nuestros compañeros en Austria. Fernando, Rafa, Lourdes y Ana, junto a los tres malagueños que venían conmigo, Rubén, Buri y Trivi. En el viaje nos acompaño mi cuñada Mari Angeles, que se venía unos días de vacaciones.
Cuando llegamos a Girona teníamos que esperar toda la noche para coger el avión a las 12 de la mañana, si pasar toda la noche en el aeropuerto. Llevábamos una hora en el aeropuerto y fuimos a buscar un hotel, estábamos cansados de esperar. Bueno, justamente enfrente del aeropuerto hay un Hotel, fuimos pero no había habitaciones libres, y cogimos la maleta y de vuelta al aeropuerto. Fue una mala noche, ya que los asientos estaban un poco duros, además estábamos al lado de la puerta y cada vez que se abría entraba un frío terrible. Los niños se acoplaron en las mesas de facturación a ver películas, pero a la hora llegaron los de seguridad y los echaron.
Bueno os dejo unas fotillos.
A las 12 cogimos el avión y llegamos sobre las 3 a Linz. Cuando llegamos estaban esperándonos nuestro Gunther y Carolina (Una amiga trabuqueña que vive en Linz). Bueno metimos todas las maletas en el coche del Gunther y cogimos el bus que nos llevaba a Linz, primer asalto a la cartera. Digo esto ya que las primeras dos semanas nos dejamos un pastón en los transportes públicos, son carísimos. Nos bajemos del bus y fuimos a comer algo, y ¿que se podia comer a las 4 de la tarde?....una hamburguesa del macdonals, pero claro Carolina nos convenció de que teníamos que probar las Salchichas austriacas, y fuimos en busca de un puestecillo donde las vendían, hay muchos repartidos por el centro de Linz. Estaban..raras son muy diferentes a las de Málaga, pero bueno teníamos que aconstumbrarnos a su sabor.
Después de la comida nos fuimos en busca de la Residencia. Tuvimos que coger el tranvía, ya que está a las afueras de Linz. No nos costó mucho trabajo encontrarla ya que íbamos con una austriaca :D.
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